POLITICA

03 - Jun -2022 - 10:27

ROSENKRANTZ, EL JUEZ DE LA CORTE QUE MILITA LA DESIGUALDAD, EL ODIO AL PERONISMO Y LA MISOGINIA

"No puede haber un derecho detrás de cada necesidad", una debe repetirse la frase un par de veces para convencerse que fue dicha por un juez, por un juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. No creíble, pero real. ¿Un error?, no, militancia antiderechos, militancia que engloba también, el antiperonismo y hasta la misoginia. La brutal afirmación formó parte del discurso del vicepresidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, en la inauguración del año académico de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde fue a hablar especialmente sobre "Justicia, Derecho y Populismo". La cuestión de genero no quedó al margen si se toma en cuenta la reconocida frase dicha por Eva Duarte de Perón: "Donde nace una necesidad, nace un derecho". No parece casual que la cita elegida haya sido pronunciada por una mujer e invertida en su sentido y contenido; el neoliberalismo, la derecha recalcitrante, la discriminación ante las minorías, van de la mano del machismo y del patriarcado. La derecha necesita del patriarcado. La exposición del juez amigo del operador macrista fugado Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, consistió en una negación sistemática de las desigualdades, la exaltación del individualismo y la preocupación por el "costo" de las transformaciones y del logro "cada derecho". Rosenkrantz, acostumbrado, le pone precio a todo. "El populismo es relativamente insensible a la cuestión del costo que involucran las reformas que proponen, porque la urgencia del cambio solo es posible cuando los costos del cambio no se hacen explícitos o no se identifica con precisión quienes son los que pagarán dichos costos; la insensibilidad al costo se sintetiza de modo patente en una afirmación muy insistente en mi país que yo veo como un síntoma innegable de fe populista según la cual detrás de cada necesidad siempre debe haber un derecho", dijo el magistrado. La señal de enojo de Rosenkrantz es clara, si se piensa que en estos días hubo 17 gobernadores/as que se quejaron ante la propia Corte —quien debe resolver la demanda del gobierno porteño por los fondos de coparticipación— por el reparto inequitativo de recursos. A ello, se suma que el presidente Alberto Fernández redondea un proyecto de ampliación del máximo tribunal, que también se debatirá en el Senado. El designado por Mauricio Macri, amagó en un comienzo de su discurso con la hipótesis de que puede haber populismos "de izquierda o de derecha", pero quedó claro que en su propia idea lo igualaba con el peronismo y el desprecio fue tal que llegó a decir que puede ser "un problema" para la democracia. Resuena en la memoria la misma idea repetida y repartida entre presidentes de facto, gobernantes no peronistas, o radicales elegidos durante los 18 años de proscripción del peronismo (1955-1973). Tampoco está lejos la sistemática embestida de los medios de comunicación, de sectores de la política, de representantes empresariales, contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, figura que encarna el peronismo, la lucha por la ampliación de derechos y el poder popular en manos de una mujer.