POLITICA

19 - Oct -2020 - 11:12

17 DE OCTUBRE CON MAGIA Y LEALTAD. Emotivas manifestaciones se realizaron en muchos puntos del país.

"Para conducir a un pueblo, la primera condición es que uno haya salido del pueblo, que sienta y piense como el pueblo. Quien se dedica a la conducción debe ser profundamente humanista: el conductor siempre trabaja para los demás, jamás para él", Juan Domingo Perón. El sábado se conmemoró el 17 de octubre de 1945, a 75 años en que el pueblo exigió y logró la liberación del entonces Coronel Juan Domingo Perón, detenido pocos días antes por un golpe de Estado militar antiperonista. Desde horas de la mañana una caravana colmó las calles porteñas. Se enfilaron sobre la Avenida 9 de Julio y agitaron sus banderas en una marcha constante miles de trabajadores/as que desempolvaron la emoción en medio de la pandemia. Desde el Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano tomó la palabra antes del mediodía: "No solo la unidad de todos los trabajadores sino de la sociedad. Tenemos un gran respeto por el gobierno y por el Min de Salud por todo lo que han hecho para cuidar a la población, empezando por el presidente, la vice presidenta, diputados, senadores, todos, todos son nuestro gobierno. No se imaginan el esfuerzo que está haciendo el gobierno para salir del desastre que nos dejaron sumado a esta pandemia que estamos viviendo. Les puedo asegurar que si no tuviéramos un gobierno como este, y no se. Hicieron un desastre y el ex presidente habla como si acá no hubiera pasado nada, como si él no hubiera estado acá, da vergüenza como habla", remarcó ante la prensa a quien agradeció por el gran esfuerzo que hacen. Más tarde llegó el turno del presidente Alberto Fernández, el discurso se oyó a todo volumen desde los parlantes de los autos y fue aplaudido. Desbordaba la emoción sobre Diagonal Norte, "acá no hay odios ni rencores, acá hay ganas de poner de pie a la Argentina de una vez y para siempre", afirmó el mandatario. La página para participar del acto no funcionaba, algunos hablaban de hackeo, otros de falta de previsión ante la cantidad de adherentes que podían entrar y ya la tarde parecía empañarse bajo la lluvia, algunos se retiraban y otros no fueron; pero pocos contaban con la magia peronista y poco más de las tres de la tarde salió el sol. Las calles porteñas comenzaron a colmarse entre bocinazos, emociones compartidas y banderas representativas. Los gritos y cánticos de aliento atravesaban los barbijos para llegar bien alto y cuidando al otro, a la otra. Algunos medios dijeron: "llegaron sueltos". No, no llegaron sueltos ni sueltas, llegaron unidxs y unidas por un gran hilo peronista, llegaron con Perón, con Eva, con Néstor, con Cristina y ahora con Alberto.