POLITICA

17 - Oct -2023 - 8:37

SANTIAGO MALDONADO: CON MEMORIA, SIN VERDAD Y SIN JUSTICIA

Santiago Maldonado desapareció el 1 de agosto DE 2017, tras una violenta represión de Gendarmería en la Lof en resistencia Cushamen, Chubut. Estuvo desaparecido 78 días y su cuerpo sin vida fue encontrado el 17 de Octubre en el Río Chubut, a 400 metros río arriba de donde fue visto por última vez. Las comunidades mapuche de la Patagonia cortaban la ruta 40 en defensa de sus tierras ancenstrales. La persecución del gobierno provincial a cargo del hoy fallecido, Mario Das Neves y del gobierno nacional, entonces a cargo de Mauricio Macri, se pronunciaban de la mano de la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Aquel 1° de agosto, hubo una orden de avanzar contra los manifestantes a como diera lugar. La Gendarmería Nacional ingresó en el territorio habitado por la Pu Lof, persiguió a los hombres que cortaban la ruta, quemó las pertenencias de las familias, las amenazó. Cuando el operativo finalizó, Santiago Maldonado había desaparecido. Pero Patricia Bulrrich redobló la apuesta: la negativa de la desaparición de Santiago se hizo carne a través de los medios de comunicación. Atacaron y espiaron a su familia, ocultaron evidencias, adulteraron pruebas y aprovecharon para profundizar la estrategia de demonización de las comunidades mapuche. ¿Y Santiago? Santiago estaba desaparecido en democracia. No fueron setenta y siete días después, fueron setenta y siete días durante los que Santiago fue asesinado, violentado, una y otra vez. El hecho fue utilizado por el gobierno nacional y la entonces ministra para atacar a quienes habían denunciado su desaparición. La investigación judicial ya mostraba las enormes deficiencias y ocultamientos para determinar las responsabilidades políticas y del violento operativo. El fiscal Federico Baquioni pidió la imputación del gendarme Emmanuel Echazú, de su jefe, el comandante Pablo Escola, del ex jefe de Gabinete del ministerio de Seguridad Pablo Noceti, y de otros ex funcionarios del gobierno de Mauricio Macri. También había solicitado que la causa contra Noceti por los presuntos delitos cometidos durante el intento de desalojo de la comunidad mapuche de Cushamen sea anexada al expediente principal, pero al igual que todas las nuevas pruebas -como el testimonio de la médica civil que trabajaba en el escuadrón 36 de Gendarmería- cayeron en la nada luego que el juez Gustavo Lleral se declarara incompetente; lo que colocó a la querella de la familia Maldonado en la situación de no tener quién resuelva, una infinita impunidad. Santiago no llegó solo al río. Su muerte no fue accidental, fue empujado por un operativo de más de 100 gendarmes, 50 de los cuales ingresaron al territorio mapuche de forma absolutamente violenta e ilegal, con camionetas y un camión de la fuerza. Aguel día, varios gendarmes se alejaron de la zona y regresaron a sus bases en horas de la madrugada del 2 de agosto. Los peritajes de las camionetas señalaron que fueron lavadas previamente. Una Eurocargo aparece en fotos con parte de la lona mojada pero sin embargo, ni la fiscal ni los jueces del caso profundizaron sobre los alcances de ese accionar y las fuertes contradicciones entre las declaraciones de los jefes y gendarmes. Da escalofríos recordar cuando Gonzalo Cané, que ostentaba el título de secretario de Cooperación con los poderes judiciales, ministerios públicos y legislaturas del Ministerio de Seguridad, dijo a los medios que las "camionetas se lavaron porque cuando se va a entregar la camioneta se la tiene que entregar limpia, hay un reglamento; la Gendarmería debe cumplir el reglamento". Cané se había instalado en Esquel y coordinó personalmente la presentación de los testimonios de los gendarmes y además de las operaciones mediáticas que se iniciaron desde el primer día. Más tarde, sabríamos que fue el operador del espionaje ilegal a la familia Maldonado. "No voy a hacer la injusticia de querer tirar a un gendarme por la ventana y echarle la responsabilidad. Me la banco yo. Necesitamos a la Gendarmería para los planes que tiene este gobierno", había dicho Patricia Bullrich con aire de reivindicación de aquel violento operativo. "Les dimos corchazos para que tengan". "Tenemos a uno". "Que los chicos ejecutaron disparos, ejecutaron disparos", fueron declaraciones que constan en la causa y expresan el odio y la impunidad con la que fueron a reprimir y con la que se llevaron la vida de Santiago. El jurista Eugenio Zaffaroni lo describió claramente: "Ningún crimen de Estado se comete sin ensayar un discurso justificante. La negación de la víctima es la técnica de neutralización más usual en los crímenes de Estado". Sin dudas, el operativo y el discurso planificado, revisten de la misma peligrosidad: el odio y la represión estatal seguida de muerte. Instalar pistas falsas, demonizar a la víctima y a su familia, a los organismos de Derechos Humanos y figuarlos como a un "enemigo" forman parte del manual para encubrir a las derechas asesinas. Con memoria, Santiago siguirá vivo; sin verdad y sin justicia se debilitan los derechos de los pueblos. - Compartimos la información de la "Cátedra Santiago Maldonado" que se realizará en el día de hoy en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata.