POLITICA

26 - Oct -2023 - 16:46

EL REPRESOR Y GENOCIDA JORGE 'TIGRE' ACOSTA, RESPALDÓ A JAVIER MILEI DESDE LA CÁRCEL

La esperanza de genocidas de la última dictadura cívico-militar en Argentina se acrecienta con la llegada de La Libertad Avanza al balotaje. Tal es el caso de Jorge Eduardo "Tigre" Acosta, quien comandaba el grupo de tareas que operó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y en donde funcionó uno de los centros de detención, tortura y asesinatos. Desde la Unidad 34 de Campo de Mayo, Acosta escribió una carta en la que decía que vislumbraba la llegada de tiempos mejores para sus intereses. "Se aproxima la hora del conocimiento de la verdad, pero no la que se dice que es la verdad que surgió de juicios manejados por la patria socialista", escribió el excapitán de fragata condenado a prisión perpetua por crímenes aberrantes de lesa humanidad que incluye desde secuestros, desapariciones, torturas, abusos sexuales, robo de bebés, hasta asesinatos. El texto fue publicad en el sitio Web "Prisionero en Argentina", que suele funcionar como un órgano de difusión de las opiniones de quienes enfrentan procesos por delitos de lesa humanidad. Si bien Acosta sostiene que no tiene "intención de interferir en el proceso electoral", salió a apoyar todas las declaraciones que hizo el candidato de ultraderecha y libertario Javier Milei sobre lo sucedido durante los años de la dictadura. Acosta detalla en la carta que existió una "Guerra Civil Revolucionaria Terrorista Trotskista en los años 70" y en la que se define a sí mismo como un veterano de esa guerra: "No he sido víctima ni reconozco que persona alguna me considere víctima por ello", aclara el genocida. En aquella época, el genocida Emilio Eduardo Massera, lo calificaba como un "oficial de dotes excepcionales" y Rubén Jacinto Chamorro, director de la ESMA, detallaba que era el oficial "más completo" que había conocido en su carrera. Con la apertura de los procesos por crímenes cometidos durante los años del terrorismo de Estado, Acosta se dedicó a provocar a sus víctimas: mientras hablaba del olor "hediondo" de los cadáveres que se acumulaban en la ESMA, se refería a los sobrevivientes como "agentes de inteligencia" para descalificar sus denuncias en las que era señalado como el cerebro del grupo de tareas que operó en el centro clandestino de detención de la Marina. Acosta tiene dos condenas a prisión perpetua por crímenes en la ESMA; una a 24 años por los delitos sexuales a las que fueron sometidas compañeras detenidas y una a 30 años de prisión por su participación en el plan sistemático de robo de niños y niñas.