ECONOMÍA

20 - Dec -2023 - 10:42

MILEI HABÍA PROMETIDO NO SUBIR RETENCIONES, NO PUDO SER, MENDOZA RECLAMÓ POR EL IMPACTO EN LA PRODUCCIÓN VITIVINÍCOLA

El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, mueve los resortes para que producción vitivinícola queda exceptuada de las retenciones que anunció el ministro de economía Luis "Toto" Caputo. Si el lobby del gobernador de Mendoza se impone, abriría la puerta para que otras producciones regionales como la lechería reclamen el mismo trato. El malestar por el anuncio del paquete de retenciones recrudeció por la liberación simultánea del precio del combustible que impacta en la logística y la suba del impuesto país que eleva el valor de los insumos importados que usan los productores. Un verdadero combo explosivo para la producción nacional. Por su parte, representantes de la industria vitivinícola expresaron su preocupación por el anuncio de una suba del 8% de retenciones. En septiembre, el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, había anunciado la reducción de las retenciones de 4,5% a 0%, en el marco de una eliminación generalizada para las economías regionales. Mario González, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) detalló: "Estamos preocupados por la forma de retomar un tema que para nosotros había sido resuelto en septiembre. Era una pelea que duró mucho tiempo haciendo entender por qué una actividad como la nuestra no tenía que pagar derechos de exportaciones". En tanto, la senadora de UxP y mendocina Anebel Fernández Sagasti expresó en las redes sociales: "¿Por qué creo que la vuelta de las retenciones al vino anuciada por el Gobierno Nacional atenta contra la economía de nuestra provincia, las inversiones, la rentabilidad de los productores, la generación de empleo y la identidad de Mendoza?", preguntó la legisladora. Y respondió: "Rechazo profundamente el anuncio realizado por el Gobierno Nacional donde se proyecta una suba de la alícuota en los derechos de exportación al 8% para la vitivinicultura. La industria vitivinícola es central para la economía de Mendoza y esta medida impactará negativamente en la producción, inversión y exportación de vino, además de perjudicar la rentabilidad del sector primario, la generación de empleo y los salarios del sector". "El vino cuenta con el valor agregado de miles y miles de manos mendocinas que logran transformar el fruto de nuestra tierra en el orgullo de Mendoza. Las economías regionales deben protegerse por igual, de manera federal, con reglas claras que permitan proyección y planificación. Es histórica la lucha por la eliminación de las retenciones al vino y no podemos dar un paso atrás", puntualizó Fernández Sagasti. Según el presidente de Coviar, el 2023 terminará con una caída del 35% en las exportaciones por el tipo de cambio retrasado. Con el nuevo tipo de cambio a $800, se pensaba recuperar competitividad, "pero con un impuesto como este hay que analizar todo de nuevo y Dios quiera que la ecuación nos dé positiva, pero hoy todavía no sabemos cómo juegan nuestros costos internos. Los insumos importados se pagan con un dólar de $940 pesos, por ejemplo", afirmó. Por su parte, Milton Kuret, Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina, expresó: "Esperamos que no se concrete. No existe fundamento alguno para aplicar retenciones o derechos de exportación a los productos del vino. En lo que va del año tenemos caídas de ventas históricas y estamos perdiendo los mercados que tantos años e inversión nos costó construir". “Retenciones, falta de pagos a nuestros clientes y proveedores, falta de acuerdos internacionales, encarecimiento de las importaciones con mayor impuesto país, nos excluyen del mundo. Nos sorprende que se quieran aplicar retenciones a una industria de economías regionales, con más de 450 mil empleos, que ha sido ejemplo de inserción internacional, con agregado de valor y una de las mejores balanzas comerciales para nuestro país", subrayó Kuret. El lunes último, el secretario de Bioeconomía, Fernando Villela, anunció que 20 economías regionales quedarán exceptuadas de la generalización de retenciones, una reducción de la alícuota a 8% para el caso de la vitivinicultura, y un alza para los subproductos de la soja para compensar la caída de ingresos.